Pan tostado
En mi casa hemos tenido muchísimos tostadores. Todos se han echado a perder extrañamente rápido. Un día tuestas el pan para el desayuno y al otro te conformas con pan blando. Coincide que cada vez que uno de los tostadores deja de funcionar, ocurre un suceso negativo en la vida de algún miembro de la familia. Es por eso que le tomamos respeto a los tostadores. Después del último pasó mucho tiempo para que compráramos uno nuevo. Fue una decisión difícil, que se discutió durante días. Pero nos gusta tanto el pan tostado que cedimos y compramos un tostador caro con la esperanza de que eso nos garantice su duración. Aún así vivimos en estado de alerta, con el temor de un día despertarnos, bajar la palanca para tostar, y darnos cuenta que ha sucedido de nuevo.
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