Sensación
Soy una persona honesta, una persona que dice lo que piensa muchas veces sin ponerle un filtro a lo que quiero decir, recuerdo muchas cosas, pero están borrosas, los recuerdos son muy fáciles de perder entre tantas responsabilidades y preocupaciones, pero las sensaciones quedan, la sensación de nerviosismo cuando les quise hablar sobre algo importante a mis padres, la tranquilidad de quedarme dormida en los brazos de mi abuela, el canto distorsionado de las personas rezando a través de la radio vieja y sin pilas de mi Mema; recuerdo también la sensación de adrenalina al estar en una calurosa pelea con una amiga o con algún conocido, el como dije tantas palabras cuidadosas mientras que el contrario solo seguía gritándome palabras hirientes en el calor del momento, las gotas de liquido caliente bajando de mis ojos y recorriendo mi cara; las expresiones preocupadas, las disculpas desesperadas y los días de distanciamiento; recuerdo luego el calor de un abrazo sincero y lleno de arrepentimiento, el sentimiento cálido de devolver el abrazo, de querer tomar y nunca dejar ir.
Por extraño que parezca también recuerdo las sensaciones dentro de mis sueños, el vértigo de mirar hacia abajo y dame cuenta de que no hay nada, la felicidad de recibir un regalo de alguien que me importa, el frío después de que me he quedado sola en una habitación y la triste sensación de tratar de darme calor a mi misma.
Recuerdo haberme hecho bolita en la esquina de una habitación transparente sin muebles, la habitación giraba en el espacio, no había nadie cerca, todos habían salido por una puerta que ahora era remplazada por un espejo, recuerdo haberme sentado frente al mismo, recuerdo sentir miedo y nauseas al verme a mi misma, era fea, estaba mal vestida y tenía marcas de lagrimas por toda mi cara.
Recuerdo especialmente la sensación incómoda de despertar sobresaltada en la noche, la sensación desagradable del sudor frío y la ropa pegada a la piel, al igual como recuerdo la sensación cálida en el pecho de saber que era un sueño, de recordar que la gente se preocupa por mí, de tener la certeza de que era querida por alguien y que estaba viva.
Esa era la mejor sensación, recordar que estoy viva, que mis manos son mías, que yo controlo mis pies para controlar el rumbo de mi vida, que controlo mis labios para decir lo que pienso, que controlo mis brazos para alcanzar lo que parece inalcanzable y abrazar a quienes me importan; recordar la sensación de ser yo, y que yo puedo ser quien yo quiera.