Conjeturas sobre amor y atracción
Mientras divagaba entre la realidad y el mundo de los sueños, surgió en mí una pregunta que terminó por quitarme el sueño y las ganas de dormir. Esa pregunta, fue la siguiente: ¿en qué nos fijamos en una persona para que nos guste? o si reformulo la interrogante, ¿qué causa que nos guste una persona u otra?
Estas cuestiones surgieron de pensamientos inconexos derivantes de la idea de que en su mayoría las personas que me han gustado de manera sincera o por las cuales he sentido cierto tipo de atracción, han confesado no sentir lo mismo por mí y la frase “es mejor si mantenemos nuestra amistad” ha aparecido dándome una bofetada en mi mejilla izquierda.
Escribo estas palabras y vuelve la misma interrogante a invadir mi mente. ¿Qué es lo que realmente vemos de otra persona para que nos guste?
Bueno, frente a tal pregunta diversas respuestas pueden salir a flote. En primer lugar, puede ser en eso que vemos a simple o primera vista. El físico.
Teniendo ya esta respuesta, otra incógnita se apodera de mí ¿podemos enamorarnos de alguien solo por su físico? Mi actual respuesta es que eso no es posible, y baso lo anterior en que el acto de enamorarse trasciende las características físicas y el cuerpo que puede tener un ser. Si nos enamoramos tomando en cuenta sólo el cuerpo seríamos tan vanales y sería tan poco relevante.
Formulo esta conjetura porque muchas personas pueden mirar a mi cuerpo y definirlo poco o nada atractivo. Esto puede ser porque no encaja con los cánones de belleza estipulados por la sociedad y creo que aquello puede ser válido porque “en gustos no hay nada escrito” pero ¿cuánta validez le damos a esa frase?
¿Qué idealizamos cuando pensamos en aquella persona perfecta para nuestro corazón? Creo que comenzaríamos idealizando el cuerpo y dejando lo social o lo valórico para el final porque ¿qué importa el interior del fruto si por fuera es apetitoso?
Vuelvo a lo que mencionaba antes sobre ver a alguien y encontrar por ella atracción o cierto tipo de deseo solo por su físico es algo vanal. La belleza de una persona va más allá de aquello. Retornando a mi ser, me cuestiono: ¿qué observaron u observan en mí, todas esas personas (a las cuales les dije me gustas y que sentía que de verdad me gustaban y no eran un simple capricho producto de mi locura) cuando me vieron en el pasado o cuando me ven ahora? ¿sólo observaron mi cuerpo distante y diferente de la norma social?
¿Por qué no pudieron ver más allá de mi carne? ¿Eran sus miradas incapaces de fijarse en lo lindo que puedo sentir y en lo bello que puedo brindar?
Si de algo tengo completa seguridad es que puedo querer bonito y que mis sentimientos son honestos cuando se trata de querer a otra persona que no sea yo.
Escribo todo esto con cierto rostro en mente, rostro al que acuso de apoderarse de mis sentimientos y tomado mi corazón como un lugar de su propiedad, pero la verdad es que rostros, dueños e inquilinos de aquel órgano mío han sido diversos y a todos podría hacerles la pregunta ¿qué ves en mí cuando pronuncié la frase me gustas? ¿Pudiste ver más allá de mi cuerpo?
¿Cuántas personas son capaces de ver sentimientos como colores cálidos? ¿Cuántas personas logran oler sentimientos y encontrarlos gustoso cual fragancia emanada de una taza con chocolate caliente?
¿Qué es lo que ves, hueles o sientes tú cuando alguien abre su corazón contigo?