Trigésimo noveno jueves
Tanto te quisiera decir
pero no nos hemos visto,
tampoco sabes que existo
pero sí te puedo escribir,
con la esperanza de vivir
y poder llegar a verte,
con la mejor de las suertes
llegar a darte un abrazo,
y dormirme en tu regazo
sin que nada me despierte.
No te miro pero siento
que después de tanto engaño,
llegarás en algún año
cuando me sienta más lento
en pleno descubrimiento,
cuando ya esté muy cansado
de escribir enamorado
para quien no me conoce
hasta pasadas las doce
con mi cariño ajustado.