Epitafio
No sé cuándo terminó la última batalla contra los
cyborgs, la mayoría de mis compañeros perecieron y los pocos que sobrevivieron
con lo que podríamos llamar victoria, pues derrotaron a los últimos enemigos,
se marcharon creyendo que me habían eliminado, yo también lo creí.
Desperté confundido, tengo una pierna inmovilizada,
posiblemente rota, y varios disparos de laser en el cuerpo. No puedo moverme, debí
haber muerto, mis heridas se ven fatales y a lo sumo puedo arrastrarme un poco,
no sobreviviré.
Una muerte lenta no me parece agradable, así que busco
un arma entre los cuerpos que me ayude a solucionarlo, pero cuando finalmente
la encuentro, oigo un ruido que pensé perdido en la historia. Me arrojo junto a
los cadáveres y detengo mis movimientos. No puedo creer lo que veo, frente a mí
se encuentra la mayor amenaza, no un hibrido cyborg altamente perfeccionado,
sino mucho peor, un modelo original, la verdadera arma de muerte. Creí que
todos habían sido destruidos durante la primera era del alzamiento, pero ahí
estaba frente a mí, buscando piezas o un arma que integrar a sus funciones.
Me ha visto, no parece convencido de mi calidad inerte.
No se fía y apunta su laser, es un modelo viejo de esos que tardan en cargar, así
que tomo esos segundos y arremeto contra él. Es un adiós a este mundo para
ambos, pero si queda registro de esto en algún lado, espero que pongan en mi
epitafio que partí llevándome al último humano.
2