Lluvia
El cielo se nubla y la luna se esconde tras las oscuras nubes de la lluvia, Camile levanta la mirada en busca de la lluvia propia de la humedad que puede sentir en el ambiente, pero esta no cae, como un llanto contenido permanece atrapada en el cielo intocable para todos.
- Vamos Camile - grita Alberto, pero ella no se mueve, no despega la mirada del cielo - ¿Qué esperas? - insiste el, pero no recibe respuesta, por lo que se dispuso a ir a buscarla, pero en el instante justo en que llega junto a ella, Camile da media vuelta y se aparta sin verlo.
La lluvia cae lentamente y la figura de Camile se aleja entre la oscuridad, solitaria inalterable. Como cada invierno vuelves a sentir la lluvia, como corre el viento en el otoño, como la brisa te devuelve un aroma perdido entre los recuerdos, así es como siempre vuelve a verla.
- ¿Estás bien?- pregunta Jorge al tiempo que ponía un paraguas sobre la cabeza de Alberto.
- Estoy vivo- respondió en tono triste, pero con una sonrisa tranquilizadora
- Deberías dejar de seguir las sombras - comento Jorge preocupado
- Deberías sentir la lluvia - respondió Alberto mientras salía de la protección del paraguas y se alejaba, siguiendo el mismo camino que Camile siguió, al menos el podía sentir la lluvia y soñar que ella también puede sentirla, aunque no sea más que un recuerdo.
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