Si la conociera
Nunca antes me había pasado... Estar así, tanto tiempo pensando en la misma persona, no es ese tipo de amor del cuando te fijas en alguien, lo llevas bastante tiempo en la mente y te acompaña a todos lados.
No, no era ese tipo de amor...
Era una sensación distinta.Había que sumarle la inevitable indiferencia. El hecho de que ella ni siquiera conoce mi existencia. Es que no tengo forma alguna de acercarme a ella, de hablarle, de mirarla de frente, porque es inalcanzable para mí, solo soy un escritor atrapado entre las letras y ella es una estrella que brilla de tal forma, que no puede ser opacada. Al lado mío se vería terrible, por eso no estamos juntos.
Es difícil pensar en ella y no enloquecer, debo reconocer que cuando era pequeño me asustaban este tipo de cosas. Cosas como las que ella lleva en su piel, esos tatuajes que no puedo identificar muy bien. Me parecían aterradores, insensatos y carentes de argumento. Pensaba que jamás me haría uno y hoy veo que ella tiene por montones, de distintas cosas que no podría identificar, ni siquiera me la imagino desnuda.
Hoy todo es subjetivo, he estado tratando de trazar un plan con la finalidad de acercarme, de tener un encuentro con ella, de hablarle, de saludarla. Es imposible, nos separan miles de kilómetros de distancia y ni siquiera sé exactamente dónde vive. He pensado en escribirle, en enviarle una carta, pero no podría entenderlo. Sería solo uno más de cientos, de miles quizás, de aquellos que sienten algo por ella, de los que le regalan dibujos, y yo no se pintar ni hacer una sola línea recta, ¿cómo podría impresionarla? Sé que eso es lo más importante, impresionar para llamar la atención y la verdad no sé si pueda hacerlo. Quiero tanto conocerla personalmente, pero a veces pienso que si la tuviera frente a mí, quedaría pasmado por su presencia y sería incapaz de hablar. Me cuestiono seguido qué es lo que me gusta de ella, quizás todo lo que veo sea una careta y nada sea real, quizás sea mala persona, desagradable, de derecha, sin consciencia social, eso sería terrible. Pero luego la miro, contemplo sus fotos, sus videos y vuelvo a entrar en razón, esa sonrisa es real, nada malo se puede esconder tras esos labios, tras esa mirada penetrante, espero no equivocarme pero siento dentro de mí que es sincera, que ella es real, que es como la imagino.
La he idealizado, pero creo que le debe gustar leer. Debe ser una lectora exigente, no sé si le gusten mis libros. Pensaba regalarle uno pero la verdad me aterra pensar que me vea como un mal escritor, creo que me falta mucho para ser bueno, entonces desespero nuevamente. Me imagino que le debe gustar oír buena música, como a mí.
Estoy en una encrucijada a muerte, me persigue y no me deja dormir. Tengo sueños en los que me encuentro con ella y charlamos de banalidades. Si tan solo pudiera conocerla quizás facilitaría las cosas, no espero declararme, pero estar cerca de ella para saber si lo que pienso es real, ayudaría mucho. Me compadezco.
Hace poco di con una foto, una extraña imagen en la playa donde dos sombras se besaban sobre la arena. Quizás tenga novio, quizás todo está perdido. Tal vez debo dejar de pensar en estas cosas, me angustio y se lo cuento al psiquiatra. Me dice que ella no es real, que no existe, que solo habita en mi mente, que en cuanto deje de tener estas visiones podré salir de este encierro aterrador, solo entonces dejaré esta casa de orates. Se niega a darme de alta.
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