Playa
Como un deslizar de olas en las arenas
con un ritmo de entrada y salida
se serpentean
candentes
el cuerpo y la sangre, y las almas
escapadas hacia rincones recíprocos.
Entra y sale el mar, sin limitaciones
con el influjo que suben las temperaturas
mientras eres playa y arena de luna
que desde lo suave
hasta lo frenético
deja en pleamar mi consciencia
la cual besa, como mis olas
las redondas aristas de tus quebradas.
Entran y salen,
tras la puerta
cómplices del silencio en la dimensión
donde el canto de un cormorán
permite beberme los gemidos
coleccionando tus labios en los míos
para que así, lleguen todas las perlas
a los signos de tu piel.
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