El Niño
¡El niño!
Gritó alguien desesperado,
o fingiendo estarlo,
o queriendo estarlo.
Gritó tarde.
“Los sueños idos”, dijo el viejo
“Las deudas”, dijo el padre
“Las tareas”, dijo alguien más
¿Y el niño?
El niño ya no era niño.
Él ya no se recuerda como niño.
Reniega de su natural simpleza
ya muerta, de hambre y odio.
Busca apagarse mirando
a las alturas grises que lo ignoran.
Hoy busca lo complejo,
para que la arrogancia suene a inteligencia
y el sarcasmo a gracia.
Hoy se pintó cosas en la cara
y escribió garabatos en papeles importantes,
pero el niño, ya no era niño.
Se olvidó en el camino.
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