La Inconsciencia de la Rutina
Sensación de ser y hacer de manera automática, símbolo de inercia y costumbre. ¿Se ha cuestionado el motivo de nuestras acciones? No analizar nuestra rutina monótona o siquiera una tenue situación, permite seguir en un bucle de estancamiento.
Encuentro el sentido a dos tipos de rutina. Aquella que se realiza con un motivo aparente y aquella que se debe realizar aún sin desearla, de forma interiorizada. ¿A qué se debe esta misma?
El sistema presente en el cual existimos, demanda tiempo dedicado en trabajar para sobrevivir. He aquí la aparición de nuestras rutinas, aquello que podemos y/o debemos seguir para encontrar la tan deseada estabilidad, una clase de estatus social.
¿Se permite empatizar con aquel que no puede cumplir con el estatus expectado? Sinceramente no. Impone interiorizar una rutina que no se desea, que no tiene una motivación detrás. Permite que hagamos lo que debamos hacer, pero sin ninguna sensación o pasión ejercida.
El sistema no cambiaría fácilmente por el malestar disimulado de una persona, pero encontrar un propósito del día a día nos concede la posibilidad de cambiar mínimamente la rutina en la cual nos enfrascamos. Cambiar y aprovechar las pequeñas cosas que nos regala nuestro exterior, a la vez en que comprendemos como la norma y el deber impacta en nuestra vida.