Si tu risa fuera eterna
Decía yo cada vez que veía que tú y yo erámos felices. Si tu risa fuera eterna, definitivamente me daría una vida nueva cada día. Recorrería nuevamente todo, sin pensarlo un minuto. Si tu risa fuera eterna, me reiría también, a gritos, sin control y de manera eterna. Si tu risa fuera eterna, pintaría el sol no solo de amarillo, sino multicolor. Le echaría azúcar a las nubes para endulzar nuestras tardes de Agosto, para que lluevan gotas de felicidad una vez más, si tu risa fuera eterna.
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