Ojos
Hay un río ahí en esa casa pequeña y redonda
vuelan pájaros y poesía por los aires
rescatando deseos de verano
poniendo flores entre las puertas
y oídos en las ventanas
El campo es claro
y quien se acerca se pregunta si su corazón lo será también, porque la primera vez que le vio no dejaba de mirarle como si se atreviese a tocar el agua del río
sin pedir permiso
osadamente
miró una vez y otra vez
para asegurarse de que aquel lugar era real
confundida y atrapada
desvió la mirada por última vez
para ignorar todo tipo de deseo invernal
Hay un río ahí
pero ella no lo sabe cruzar
por inseguridad
por terquedad
pero esperará
que él la invite
en una delicada señal con su mano
a cruzar